Servicios de electricidad
Si necesita reparar la electricidad de su hogar o negocio en León, puede contar con nuestro servicio profesional y garantizado.
Cubrimos todo tipo de averías eléctricas y trabajamos con las principales compañías de seguros. Llámenos y le daremos una solución rápida y eficaz.
Si el corte de luz afecta solo a su vivienda, compruebe el estado del cuadro eléctrico y rearme los interruptores si es necesario. Si el corte de luz afecta a todo el edificio o a la zona, contacte con su compañía eléctrica para informarse de la incidencia y el tiempo estimado de restablecimiento del servicio.
El seguro de hogar cubre los daños materiales causados por una subida o bajada de tensión, un cortocircuito o una sobrecarga eléctrica que afecte a los aparatos o instalaciones eléctricas de la vivienda. También cubre los gastos de reparación o sustitución de los bienes dañados, así como los gastos de desplazamiento y mano de obra del profesional que realice la reparación.
Si se produce un incendio por un fallo eléctrico, lo primero que debe hacer es desconectar la corriente eléctrica y llamar al 112 para avisar a los bomberos. Si el fuego es pequeño y puede controlarlo, utilice un extintor adecuado para apagarlo. No utilice agua ni mantas para sofocar las llamas, ya que podrían provocar una electrocución. Evacue la vivienda si el incendio se propaga o si hay humo y espere a que lleguen los servicios de emergencia.
Si se produce una electrocución, lo primero que debe hacer es cortar la corriente eléctrica y llamar al 112 para solicitar asistencia médica. No toque a la persona electrocutada hasta que esté seguro de que no hay riesgo de descarga. Si la persona está inconsciente, compruebe su respiración y su pulso y realice las maniobras de reanimación cardiopulmonar si es necesario. Si la persona está consciente, tranquilícela y manténgala abrigada hasta que llegue la ayuda.
Para prevenir los accidentes eléctricos en el hogar, es importante seguir unas medidas básicas de seguridad, como:
– Revisar periódicamente el estado de las instalaciones y aparatos eléctricos y sustituir los que estén deteriorados o defectuosos.
– No sobrecargar los enchufes ni utilizar alargadores o adaptadores sin protección.
– No manipular los aparatos eléctricos con las manos mojadas ni cerca de fuentes de agua.
– No introducir objetos metálicos en los enchufes ni en las ranuras de los aparatos eléctricos.
– Proteger los enchufes y cables del alcance de los niños y las mascotas.
– Utilizar dispositivos de protección como diferenciales e interruptores automáticos.