Ventanas
COI es una empresa de gestión de siniestros que le ofrece soluciones rápidas y eficaces para la reparación de sus ventanas dañadas por el seguro.
Contamos con un equipo de profesionales cualificados y con amplia experiencia en el sector. Le garantizamos un servicio de calidad, con materiales homologados y con la máxima garantía.
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Si el vidrio de una ventana se rompe por un accidente o un acto vandálico, lo primero que debe hacer es tomar medidas de seguridad para evitar lesiones o daños mayores. Limpie los restos de vidrio con cuidado y cubra el hueco con un material resistente como cartón o plástico. Luego, contacte con su compañía de seguros para informar del siniestro y solicitar la reparación o el reemplazo del vidrio.
El tipo de vidrio que elija para las ventanas dependerá de sus necesidades y preferencias. Existen diferentes tipos de vidrio que ofrecen distintas propiedades como aislamiento térmico, aislamiento acústico, seguridad, estética, etc. Por ejemplo, los vidrios laminados son más resistentes y seguros que los monolíticos, y los vidrios con doble aislamiento reducen la transferencia de calor y ruido entre el exterior y el interior.
El vidrio doble para las ventanas tiene varias ventajas frente al vidrio sencillo. Al estar formado por dos o más hojas separadas por cámaras de aire deshidratado y selladas herméticamente, el vidrio doble mejora el aislamiento térmico y acústico de las ventanas. Esto se traduce en un mayor confort, un menor consumo energético y una menor contaminación acústica.
Las ventanas instaladas por profesionales tienen una garantía que cubre tanto el producto como la mano de obra. La duración y las condiciones de la garantía pueden variar según el fabricante y el instalador, pero por lo general suelen ser de entre 2 y 10 años. Es importante conservar la factura y el certificado de garantía para poder reclamar en caso de defecto o fallo en las ventanas.
Las ventanas requieren un mantenimiento periódico para conservar su buen estado y funcionamiento. El mantenimiento consiste en limpiar los perfiles y los vidrios con un paño suave y un producto adecuado, lubricar los herrajes y las bisagras con un aceite ligero, revisar las juntas y los empaques para evitar filtraciones de agua o aire, y ajustar o reemplazar las piezas que se desgasten o dañen.