Servicio de pintores
Si necesita un pintor profesional en León, puede contar con nuestro servicio de reparaciones cubierto por el seguro.
Ofrecemos pintura de interiores y exteriores, con materiales de calidad y acabados impecables.
Trabajamos con las principales compañías de seguros para que no tenga que preocuparse por el coste de la reparación. Disfrute de un servicio rápido y eficaz.
El seguro de pintura es una cobertura opcional que se puede contratar con algunas compañías de seguros y que cubre los daños en la pintura del vehículo causados por actos vandálicos, roces o impactos de objetos. No cubre los daños por desgaste, deterioro o falta de mantenimiento. Tampoco cubre los daños en otras partes del vehículo que no sean la pintura.
Existen diferentes tipos de reparación de pintura según el nivel de daño y el tipo de pieza afectada. Algunos de los más habituales son:
– Pintado completo: se aplica cuando el daño afecta a toda la superficie de la pieza o cuando se quiere cambiar el color del vehículo. Consiste en lijar, imprimar y pintar toda la pieza con el color deseado.
– Pintado parcial: se aplica cuando el daño afecta solo a una parte de la pieza y se puede igualar el color con el resto. Consiste en lijar, imprimar y pintar solo la zona dañada, respetando el color original.
– Retoque: se aplica cuando el daño es superficial y no afecta al grosor de la capa de pintura. Consiste en aplicar una pequeña cantidad de pintura con un pincel o un aerógrafo sobre el arañazo o el impacto.
Por lo general, los seguros tardan como máximo 40 días en abonar una primera cantidad de la garantía o gestionar la reparación o reposición de los objetos asegurados¹. En algunos casos, el seguro tiene hasta 3 meses para resolver el proceso.
El plazo para reclamar un siniestro de pintura depende del tipo de seguro contratado y de la legislación aplicable en cada caso. En general, se recomienda reclamar lo antes posible, ya que el plazo suele ser de uno o dos años desde que se produce el siniestro o desde que se tiene conocimiento del mismo.
Si no está conforme con la valoración o la indemnización que le ofrece la compañía aseguradora, puede presentar una reclamación por escrito, exponiendo los motivos de su disconformidad y aportando las pruebas que considere oportunas. Si la reclamación no prospera, puede acudir a la vía judicial o a un mediador o árbitro independiente para resolver el conflicto.